miércoles, 26 de noviembre de 2008

Barbie-Esque

















Mi madre tiene razón cuando me dice que de qué me sirve estar gastándome tantísimo dinero en comprar estas preciosidades si luego las amontono en el trastero y no las luzco, por ese motivo he decidido inaugurar este blog para mostrar al mundo entero mi bonita e importante colección de muñecas. Quien me haya seguido en Rayos D estos últimos años, sabrá lo mitómano que soy, así que era sólo cuestión de tiempo que empezara a coleccionar a la muñeca de las muñecas.

Realmente tampoco es que sea un coleccionista puro y duro. Supongo que aquel que compre todas y cada una de las Barbies que salen a la venta cada mes sí que lo será; yo sólo compro aquellas que me gustan y punto. Pero lo que sí es cierto es que he llegado a un punto en el que, viendo la cantidad de muñecas que he adquirido, sí que me puedo considerar lo más parecido a uno de ellos. De hecho, poseo la mayoría de las Barbies most wanted por los coleccionistas y fanáticos. ¡Mi tiempo y, sobre todo, mi dinero me ha costado! No obstante habría que hacer dos aclaraciones pertinentes: no es lo mismo una Barbie corriente y moliente que una de la línea Barbie Collector, que son las que yo compro. La segunda aclaración es que yo sólo colecciono únicamente Barbies fabricadas a partir del año 2000.

Las primeras son las que encuentras en cualquier juguetería (ya se sabe: la Barbie mariposa mágica, la Barbie sirena articulada, la Barbie mechas mágicas, etc.). No sé si recordaréis que a finales de los años 90, la muñeca sufrió una ligera operación para reducir el tamaño de sus pechos y la sinuosidad de sus formas, ya que los americanos (quiénes si no) consideraban que no era un buen ejemplo para las niñas que jugaban con ella. Y es ahora en pleno siglo XXI cuando ha sufrido una nueva operación: ya se puede hablar de la muñeca más travesti del universo, porque lo que han hecho con su cara (adiós a aquellos famosos hoyuelos, bienvenida sea la cara de caballo) ha sido atroz. No me interesan súper para nada.

La línea Barbie Collector, por su parte, no se encuentra tan fácilmente, a menos que vivas en EEUU. No es que a Europa no lleguen, pero si lo hacen es a una escala bastante inferior y a unos precios desorbitados, de hecho, una muñeca que allí puede costarte el equivalente a 50 euros, aquí te la intentarán vender a 95 (comprobado en tiendas de Chueca), eso por no hablar del retraso con el que llegan a estos lares. La web oficial no vende al extranjero, por lo que siempre nos quedará eBay, donde como ya sabrán todos los aficionados a la famosa página de subastas/compras online, hay que buscar y rebuscar hasta dar con la mejor oferta.

En el 2004, Barbie Collector introdujo un sistema basado en un código de colores para especificar claramente a qué nivel de coleccionismo pertenecía cada muñeca, dejando así de ir acompañadas por etiquetas como "Edición de coleccionista" o "Edición limitada". Y así lo explicó el equipo:

Ya que Barbie cuenta con una larga y célebre historia con el mundo de la moda, los nombres de las escalas de colores están relacionados con ésta. En un principio, el equipo de Barbie Collector se fijó en algunos de los diseñadores más famosos que había en el mercado. Nos inspiró su innovadora propuesta a la hora de representar sus líneas. Por ejemplo, puedes ir a una boutique exclusiva y comprar un vestido de un diseñador famoso, pero también puedes visitar unos grandes almacenes y adquirir otro producto del mismo diseñador perteneciente a una línea más asequible. En cierto modo, el sistema de etiquetar con colores es una manera de separar las muñecas de colección de las otras más corrientes e informar acerca de dónde pueden adquirirse. ¿Y qué mejor manera que empezar la escala con el color rosa, el color de Barbie por antonomasia, e ir añadiendo otros colores que representen muñecas más exclusivas, como la plata, el oro y el platino?.

Acto seguido se encuentra una explicación de este nuevo código de colores, incluyendo el tipo de muñecas que encontrarás en cada escalón, dónde podrás adquirir la muñeca de tus sueños y el número de producción de cada una de ellas:

  • ETIQUETA ROSA (pink label). La Etiqueta Rosa incluye algunas de las muñecas más queridas y recordadas, como las Princesas del Mundo. Estas muñecas se presentan en una caja con una franja rosa en la parte frontal inferior, perfectas para ser expuestas sin la necesidad de sacarlas al exterior. Las muñecas de la Etiqueta Rosa no se producen en cantidades limitadas y se pueden adquirir en cualquier tienda a un precio bastante asequible que ronda entre los 12-40 euros.
  • ETIQUETA DE PLATA (silver label). De cada muñeca se producen 50.000 unidades en todo el mundo, y se presentan en una caja con una franja plateada en la parte frontal inferior. Al retirar la tapa, la muñeca se presenta cubierta por una lámina de acetato, siendo ésta extraíble para poder exponer la muñeca. Pueden adquirirse sólo en establecimientos seleccionados por un precio que ronda los 40-60 euros.
  • ETIQUETA DE ORO (gold label). La producción es de 25.000 unidades en todo el mundo, incluyendo la colección Silkstone (también conocidas como Fashion Model) y las muñecas vestidas por diseñadores como Badgley Mischka, Anna Sui o Versace. Se presentan en cajas idéntidas a las de la Etiqueta de Plata –con una franja dorada en la parte frontal inferior- e incluye fotografías artísticas de la muñeca u otro tipo de diseño tanto en la parte frontal como en la posterior. Las muñecas de la Etiqueta de Oro son distribuídas únicamente en tiendas autorizadas y cuestan a partir de 60-70 euros. De ahí para arriba.
  • ETIQUETA DE PLATINO (platinum label). De estas muñecas se producen menos de 1.000 unidades en todo el mundo, incluyendo muñecas únicas creadas exclusivamente para eventos selectos u ocasiones especiales. En la Etiqueta de Platino, entre muchas otras, podemos encontrar la muñeca Deirdre of Ulster, de la colección Leyendas de Irlanda. Sólo se pueden adquirir por tiempo limitado en determinados comercios de EEUU (normalmente Toys'R'Us), ya que por regla general son ediciones que Mattel fabrica en exclusiva para ellos. El precio nunca es inferior a 130 euros. Jamás. Lo que sí es posible es que una gold label cueste más que una platinum, aunque esté en el nivel inmediatamente inferior.
  • ETIQUETA NEGRA (black label). Estará reservada a las ediciones raras de muñecas creadas únicamente para el coleccionista adulto, siendo regida por las normativas de protección al menor. No se tendrá en cuenta la cantidad de producción, sino que se comercializarán como muñecas pertenecientes a una línea muy especial. Su valor económico es similar al de la silver label, pudiéndose adquirir en los mismos establecimientos.
Asimismo, con los años se han ido creando nuevos cuerpos para Barbie. El último en llegar, el modelo Pivotal, permite una articulación en todo el cuerpo de la muñeca para jugar a ponerla en todas las posturas imaginables. Y el que sin duda es mi favorito, el cuerpo ModelMuse, que como su propio nombre indica, imita las poses de las modelos y ofrece una cuidada definición de la clavícula, los tobillos y el escote. Este molde se usó por primera vez en el año 2004 para la muñeca vestida por Donatella Versace, la cual ilustra este post. Por último, el molde Silkstone, el cual introdujo Mattel en el mercado en el año 2003. A estas muñecas también se les conoce como Fashion Model, siendo muy populares entre los coleccionistas (yo incluído, porque me parecen súper especiales y distintas). Las Silkstone están fabricadas con un tipo especial de vinilo duro que imita las muñecas Barbie de porcelana de finales de los 50 y principios de los 60. Esta colección de muñecas de estilo vintage posee maquillaje, peinado y vestuario característicos, así como una permanente pose de modelo. La mayoría de las muñecas Barbie están fabricadas con un vinilo mucho más blando y al tocarlas se aprecia el tacto de goma, siendo asimismo más flexibles y suaves. A causa del fuerte vinilo con el que se fabrican las Silkstone, a menudo resulta difícil vestirlas y cambiarlas de postura. Y es que estas muñecas están diseñadas para los coleccionistas y no para que los niños jueguen con ellas.

¡Bienvenidos a mi colección!