La energía y emoción que inundan la ciudad son contagiosas. Allá donde vayas, los colores y texturas de las extravagantes vestimentas y máscaras llenan las calles en cada dirección. Los cientos de bombillas que rodean los árboles provocan sombras danzantes hasta donde alcanza la vista. Los músicos alegran cada esquina, bailarines incansables animan a la multitud creando oleadas de risas de jóvenes y no tan jóvenes que sucumben a la magia de la mascarada veneciana.
Es la última velada del carnaval y el gran salón de baile se ha transformado en uno del siglo XX inspirado en los días dorados de los carnavales, con fantasía, espejos y cientos de velas. Música, baile, juegos de azar y mesas llenas de deliciosos manjares esperan a los invitados. La entrada al salón es una licencia para escapar de la vida cotidiana. Es una invitación para observar –pero no para ser visto-, para sospechar –pero no para saber en realidad-, para abrazar el misterio y la ambigüedad de la noche y seguir siendo anónimo –hasta que el reloj marca la una de la madrugada.
Invitados de elaborados trajes van llegando, ocultos tras máscaras de diseño único. El sonido de las risas y las voces amigables se añaden al aire festivo mientras el gran salón está casi repleto en su totalidad.
Entonces, como si se hubiese estado esperando el momento oportuno, el barullo se desvanece dando lugar a murmullos. Las cabezas se giran para contemplar a la misteriosa dama que ha ocasionado el silencio en la habitación. ¿Quién es? Una gentil risa emana de detrás de su máscara blanca adornada con tonos rojos y dorados mientras saluda cálidamente a cada invitado. Alzando su falda multicolor de jacquard sobre sus delicados pies, se desliza por la sala con una gracia majestuosa. El gran cuello sujeto al tejido metálico de la capa ensalza su rostro como si fuera la explosión de una estrella congelada en el tiempo. Las mangas abullonadas de su extravagante conjunto le añaden al look el toque perfecto de regia majestuosidad. Y entonces, justo antes de que Barbie Opulencia Veneciana dé otro paso, un caballero alto y bien vestido, de obvia riqueza y títulos nobiliarios, aparece ante ella, y con una voz profunda y cálida le habla desde detrás de la máscara que oculta sus ojos y deja al descubierto su atractivo semblante.
"Hermosa dama, tengo el presentimiento de que ocultas lo que hay tras tu máscara porque la belleza que nos revelarás será mayor de lo que yo, un simple mortal, podría soportar. Cuando haya recobrado mis sentidos y el reloj marque la una, rezaré para que mis ojos sean los primeros en beber de la hermosura que con total seguridad reside detrás tu máscara. Hasta ese momento, concédeme este baile y descubramos el misterio de esta gloriosa mascarada."
Al pronunciar su última palabra extiende la mano. Tras un leve momento de duda, Barbie reposa lentamente su delicada mano sobre la del caballero y con un gran y majestuoso estilo los invitados aplauden y el salón de baile vuelve a estar rebosante de risas, música y la promesa de que únicamente vendrán cosas buenas justo cuando la pareja real se sitúa en el centro del salón de una romántica mascarada veneciana.
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Año: 2000
Código: 24501
Molde de cara: Mackie
Foto del prototipo:
