Enclavado a la orilla del reluciente océano Atlántico se halla el reino de Portugal. El rey de esta tierra es tan rico y poderoso como sabio y bondadoso. Envía a muchos navegantes a grandes exploraciones, lo cual hace que su país se vuelva más rico. Su imperio se extiende hasta las Indias de Brasil durante la época conocida como La Era de los Descubrimientos.
La hija del rey, una bonita joven llamada infanta, desde el balcón de su castillo observa como zarpan los barcos. Les dice "Adeus", adiós en portugués. Su cabello oscuro se mece con la brisa del mar y sus ojos brillan mientras sueña con zarpar en un barco algún día, como ya hicieron los famosos exploradores portugueses Vasco da Gama, Fernando de Magallanes y muchos otros.
Hoy es un día especial para la princesa: más allá de los muros del castillo habrá una justa, una competición entre dos caballeros montados a caballo. Esperando la llegada de la familia real, el pueblo se congrega para no perder detalle. Muy pronto, la procesión real da comienzo. El rey monta un corcel de combate con la silla profusamente decorada. La reina y la princesa le siguen a lomos de sendas y fuertes mulas (tradicionalmente, las mujeres portuguesas de alto rango montan en mula), seguidas estas a su vez de treinta y seis damas y doncellas de la corte. El séquito real toma asiento y empieza el torneo. Los caballeros luchan sirviéndose de brillantes lanzas (armas alargadas de madera rematadas en metal).
Una vez que hay un ganador, la nobleza vuelve al palacio a través de un sendero iluminado con antorchas. Se dirigen al gran salón, cuyas paredes están decoradas con hermosos tapices (pesados telares que representan escenas llenas de detalles) de seda e hilo dorado. Aquí, en este maravilloso salón, un magnífico festín les espera. Fuentes de plata repletas de cisne, faisán, ternera y cerdo asados. Los músicos tocan instrumentos renacentistas llamados laúd y flauta dulce. Las damas de la corte (vestidas con brocados, terciopelos, adornos dorados y perlas) bailan con los caballeros, y es que el Portugal renacentista resulta un lugar mágico para una joven dama.
Barbie Princesa del Imperio Portugués viste un glorioso vestido con cuerpo en jacquard y falda de terciopelo color burdeos, inspirado en la moda del Renacimiento. Una delicada diadema de malla metálica sobre su melena le da el último toque real.
**********
Año: 2003
Código: 56217
Molde de cara: Generation Girl
Foto del prototipo:
