Hace mucho, mucho tiempo, nació una hermosa niña, hija de unos reyes de gran corazón. La pequeña princesa tenía los labios tan rojos como las cerezas, el cabello tan negro como el carbón y la piel tan blanca como la nieve. La llamaron Blancanieves.
Un triste día, la reina murió y el rey eligió como segunda esposa a una perversa mujer que cada día le preguntaba al espejo mágico, "Espejito, espejito, ¿quién es la más bella?". Y el espejo siempre le respondía que ella era la más bella, porque era cierto... hasta que un día, cuando el espejo dijo, "Vos, oh Reina, sois muy bella, cierto es, pero Blancanieves es ahora más bella que vos."
La reina estaba furiosa y ordenó a su hombre de confianza que llevara a Blancanieves hasta las profundidades del bosque y que nunca regresara de allí. Debido a la belleza y bondad de la princesa, el hombre se puso muy triste, pero no obstante la abandonó en el bosque a su suerte. Muy pronto Blancanieves llegó a la casita de siete enanos, que la recibieron con alegría y le prestaron su ayuda para protegerla de la malvada reina.
La reina, creyendo que Blancanieves estaba muerta, montó en cólera cuando el espejo proclamó una vez más que había otra más hermosa que ella. Disfrazada de una jovencita vendedora de manzanas, la bruja engañó a Blancanieves diciéndole que probara una de las manzanas, la cual estaba envenenada. Antes de que Blancanieves pudiera tragarse el trozo de manzana, cayó al suelo en un profundo sueño.
Cuando los siete enanos descubrieron a Blancanieves, con lágrimas en los ojos la pusieron donde todo el mundo pudiera contemplar su belleza. Un día, un príncipe pasaba por allí y quedó tan sorprendido por su hermosura que les preguntó a los enanos si podía llevársela con él. Los enanos aceptaron, y mientras Blancanieves era trasladada al carruaje del príncipe, de su boca cayó el trozo de manzana envenenada.
De repente Blancanieves abrió sus ojos ¡y, en aquel preciso instante, se enamoraron los dos! Muy pronto el príncipe se casó con Blancanieves y todos los habitantes del reino celebraron la buena nueva... ¡todos excepto la malvada bruja, que al escuchar las noticias se puso muy furiosa y desapareció para siempre! Y así, Blancanieves y su atractivo príncipe vivieron juntos y felices por siempre jamás.
(Adaptación de Mattel del clásico cuento de hadas de los Hermanos Grimm)
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Año: 1999
Código: 21130
Molde de cara: Mackie
Foto del prototipo:
