miércoles, 9 de diciembre de 2009

La princesa y el guisante

ppea 01
ppea 08
ppea 02
ppea 03
ppea 05
ppea 04
ppea 07
ppea 06
ppea 09

Érase una vez, una hermosa y joven princesa que volvía a casa en medio de una lluviosa noche de invierno. De repente, su carruaje perdió una rueda al pasar por encima de un bache. Mirando a través de su ventana, la princesa divisó un castillo y decidió pasar allí la noche.

Al llamar a la puerta se quedó felizmente sorprendida al ver ante ella a un apuesto príncipe. Le dijo "Soy una princesa que se dirige al hogar. Mi carruaje se ha estropeado y espero poder encontrar refugio en su castillo". El príncipe, inmediatamente, le ofreció una habitación. Y lo más extraño es que el príncipe había estado removiendo hasta entonces cielo y tierra para encontrar a una novia y llegó a la conclusión de que únicamente una princesa auténtica podría ser su esposa. Pero aún habiendo buscado por todas partes no había sido capaz de encontrar su amor verdadero.

Cuando la princesa se sentó delante de la chimenea para entrar en calor, el príncipe pensó que era muy hermosa. La presentó a sus padres y les dijo que le prepararan la mejor habitación. La reina quiso asegurarse de que se trataba de una princesa auténtica, así que ideó un plan secreto. Debajo de varios colchones mullidos los sirvientes colocarían un guisante duro. "Seguro que ninguna princesa podría dormir con eso debajo de su espalda", dijo la reina.

El príncipe y la princesa charlaron largo y tendido y ambos sintieron una chispa ardiendo en sus corazones. Se hizo tarde muy pronto, y la agotada princesa se marchó a su habitación. Con gran alegría subió a lo alto de diversos colchones que tenían un aspecto suave y acogedor. No obstante, a pesar de haberlo intentado y de dar muchas vueltas, no pudo conciliar el sueño.

A la mañana siguiente, cuando se sirvió el desayuno, la princesa sonrió educadamente cuando la reina le preguntó cómo había dormido. "¡No os lo vais a creer! No había manera de estar cómoda. Entonces, busqué entre los colchones uno a uno, ¡y encontré un guisante muy duro abajo del todo! ¡Una vez que lo quité pude dormir como una princesa!"

Pues bien, la reina y el príncipe se miraron mutuamente con alegría, ya que a ambos les había gustado mucho la princesa. El príncipe se arrodilló ante ella y le pidió que se casara con él. Ella aceptó, ya que el príncipe también le gustaba mucho, y vivieron felices por siempre jamás.

**********
Año: 2001
Código: 28800
Foto del prototipo:
b4