lunes, 21 de septiembre de 2009

El Rey Arturo y la Reina Ginebra de Camelot

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"Se alzó allí con vasta grandiosidad, donde los caballeros luchaban en batallas.
Sus lágrimas no fueron en vano, ¡oh no! ¡Fue por nuestro Camelot!"

A medio camino entre la historia y la mitología, más allá de la noche de los tiempos, se encuentra Camelot, tal vez el castillo más famoso de las leyendas medievales, que albergó aventura, magia, caballería y romance. Gobernando esta tierra de galantes caballeros y bellas doncellas estaba el Rey Arturo y su amada esposa, la Reina Ginebra.

Desde el mismo momento que Arturo vio a Ginebra, supo que se convertiría en su reina. Y es cierto, su brillante cabello dorado y su piel besada por la luna llamaron su atención, pero fue su inteligencia y profundidad lo que conquistó su corazón. Oh, Ginebra, la mujer que le daría sabios consejos. Fue Ginebra quien trajo consigo la legendaria Mesa Redonda para ser ocupada por los caballeros de Arturo, y fue ella quien les impuso la caballería.

Una vez más, Barbie y su querido Ken son la elección perfecta para dar vida al Rey Arturo y Ginebra. La ropa para esta segunda pareja en la colección Juntos Para Siempre está fielmente detallada para reflejar la grandiosidad y opulencia de la realeza medieval. Barbie, en su impresionante vestido azul de corte medieval adornado con hilo dorado y burdeos, luce majestuosa con mangas en charmeuse blanco y adornos dorados. En la cabeza luce un tocado resplandeciente con red dorada, perlas falsas y adornos color burdeos. Ken, como Arturo, lleva un majestuoso conjunto que consta de capa de terciopelo carmesí y una armadura dorada. Un blasón bordado mostrando a un león embellece la túnica de terciopelo, la cual se ve rematada por un cinturón dorado. Una corona dorada con incrustaciones de piedras color rubí y la legendaria espada Excalibur prendida en su cinturón ponen el broche de oro a su conjunto de Rey.

Las historias del Rey Arturo y Ginebra han sido narradas una y otra vez a través de los siglos por poetas, historiadores e incluso compositores. Sin saber a ciencia cierta dónde termina la historia y comienza la leyenda, su inolvidable amor vivirá eternamente.

"Fue un tiempo en el que los caballeros y las doncellas eran súbditos de Arturo y Ginebra. Su amor gobernó una tierra que una vez fue la nada. Sólo pudo ocurrir aquí, en Camelot."


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Año: 1999
Código: 23880
Foto del prototipo:
arthur guinevere